luisenriquesocialescuarto.blogspot.com

domingo, 28 de agosto de 2011

Guía de trabajo 1- 2011-2012

Guía de trabajo 1- 2011-2012
Ciencias sociales 8ª
Alfredo Ramos Osorio
De la lectura: Características del Renacimiento. Agosto 28 de 2001
1. Explique con sus palabras:
a. ¿Qué es humanismo?
b. Describa dónde se originó este movimiento cultural y explique dos de sus causas.
c. Dos de las características del Renacimiento son: el Renacimiento del hombre y el renacimiento del mundo y la naturaleza. Explique cada una de esas características.
2. El Renacimiento tuvo 2 etapas. Describe brevemente cada una de ellas. (archivo del blog del 26 de septiembre de 2010)
3. De los archivos: Humanismo y Renacimiento (3 de septiembre de 2010), el Renacimiento y el arte (27 de agosto de 2010)y el Renacimiento (22 de agosto de 2010). Responda las siguientes preguntas:
a. ¿Quiénes eran los mecenas y por qué fueron tan importantes para los artistas renacentistas?
b. Explique las características de la pintura renacentista
c. Explique las características de la escultura renacentista
d. Explique las características de la arquitectura renacentista.

Características del Renacimiento

Características del Renacimiento
Alfredo Ramos Osorio


1. La vuelta a la Antigüedad. Resurgirán tanto las antiguas formas arquitectónicas, como el orden clásico, la utilización de motivos formales y plásticos antiguos, la incorporación de antiguas creencias, los temas de mitología, de historia, así como la adopción de antiguos elementos simbólicos. Con ello el objetivo no va a ser una copia servil, sino la penetración y el conocimiento de las leyes que sustentan el arte clásico.
Tomado de www.wikipedia.com
La idea renacentista del humanismo supuso otra ruptura cultural con la tradición medieval. Según el profesor estadounidense Paul Oscar Kristeller, este término, frecuentemente mal interpretado, significa la tendencia general del renacimiento a “conceder la mayor importancia a los estudios clásicos y a considerar la antigüedad clásica como la pauta común y el modelo a seguir en toda la actividad cultural”. Se estudiaron los textos clásicos y se enjuiciaron por sus propios valores; desde este momento ya no se utilizarían más para embellecer y justificar la civilización cristiana. El gran interés por la antigüedad tuvo su expresión en la febril y fructífera búsqueda de manuscritos clásicos; se redescubrieron los Diálogos de Platón, los textos históricos de Heródoto y Tucídides, las obras de los dramaturgos y poetas griegos, así como de los padres de la Iglesia, que se publicaron críticamente por primera vez. El estudio de la lengua griega se desarrolló en los siglos XV y XVI gracias a la emigración de eruditos bizantinos que, tras la caída de Constantinopla en manos del Imperio otomano en 1453, la enseñaron en Florencia, Ferrara y Milán. El estudio de la literatura antigua, de la historia y de la filosofía moral, aunque a veces degeneró en una imitación de los clásicos, tenía por objetivo crear seres humanos libres y civilizados, personas de gusto y juicio, ciudadanos, en definitiva, más que sacerdotes y monjes. Tomado de: Encarta
El Humanismo es la manifestación ideológica y literaria del Renacimiento. Los hombres del Renacimiento trabajaron con mucho entusiasmo en estudiar metódicamente las obras de la antigüedad, explorando ruinas, exhumando manuscritos y salvando de su destrucción valiosos documentos. Para ello recibieron la protección de príncipes y Pontífices, que les estimularon en sus investigaciones.
Primeramente se sintió interés tan solo por los autores y el arte latina, pero pronto se llegó a su fuente, o sea al arte y la cultura griega. Así se desarrollo una mentalidad erudita, critica y apasionada por las ciencias y las artes, que se centro en el hombre y sobrestimo los valores humanos, de ahí el nombre de Humanismo.
La sobrestimación de estos valores y los descubrimientos geográficos y técnicos, crearon el orgullo y el individualismo del hombre renacentista. El Humanismo, tuvo sobre todo un carácter literario donde Dante y Boccaccio son considerados como precursores del mismo. Petrarca es considerado como el primer humanista. Tomado de monografías.com
Los manuscritos descubiertos se traducen, se comentan, se copian una y mil veces. Alfonso V el Magnánimo llegó a pagar 500 florines de oro por la traducción latina de la Ciropedia de Jenofonte. El florentino Nicolás de Niccoli gastó en libros toda su fortuna y se arruinó.
Los padres, en vez de bautizar a sus hijos con nombres de santos, les ponían nombres griegos o romanos: Agamenón, Aquiles, Casandra, Lucrecia,…Renace otra vez en estos siglos la costumbre de coronar a los poetas, como en la antigüedad clásica. Cosme de Médicis, imitando a Platón, funda en Florencia una Academia de filósofos. Como en la antigua Roma, las personas adineradas se construyen villas en parques umbríos, con bellos surtidores y abundantes estatuas. Virgilio Ortega. El Renacimiento. Editorial Salvat.
“Los humanistas se caracterizan por su decidido abandono de las viejas supersticiones y creencias dogmáticas de la Edad Media y porque consideraban que las fuentes del saber humano está en la inteligencia del hombre y en sus logros científicos. Además, este humanismo, estimulado por la mentalidad dinámica, ciudadana y mercantil de las burguesías urbanas de aquella época, reclama una idea muy precisa acerca de la dignidad del individuo, que debe basarse, según ellos, en una cultura que no imponga normas y doctrinas rígidas, sino flexibles, racionales y críticas, o lo que es lo mismo libres”.
Tomado de: Gómez, Navarro. Historia Universal. Pearson.
“Desde mediados del siglo XV, la invención de la imprenta facilitó la difusión de los textos antiguos y con ellos, de las ideas renacentistas. Al principio, debido a su elevado coste, las ediciones de los libros solo se hacían en ciudades importantes como Venecia, París o Amberes, pero muy pronto se extendieron a otras muchas ciudades europeas”
Tomado de: Territorios 8. Vincens Vives.
2. El Renacimiento del hombre:
El humanismo generó un ansia de vivir formidable, una fe en la vida y afán de vivirla y perpetuarla, pero el humanismo fue ante todo una nueva forma de valoración del hombre, una renovada afirmación de los valores humanos en diversos campos: El arte, la vida civil, el saber, etc.….El Humanismo al exaltar al hombre, lo describió y lo colocó en el centro del universo. De allí la gran preocupación de los artistas por pintarlo de la manera más genuina y auténtica, así como el interés de los hombres renacentistas por ser ellos, por romper los lazos que los ataban, su afán por descubrir y sobresalir.
En la Edad Media, el individuo quedó desdibujado e inmerso en un mundo jerarquizado que lo atenazó por la obediencia y la sumisión dentro de innumerables grupos y asociaciones: el feudo, la parroquia, la familia, la cofradía, el gremio…. El Renacimiento empezó a romper con esa tradición. Uno de los hechos que explican estos cambios, es la ruptura con el anonimato. Los artistas de la Edad Media no firmaban sus obras, mientras que en el Renacimiento los hombres no sólo se preocupaban de sus obras sino de su reconocimiento como artistas. De igual manera los grandes personajes de la política y los negocios contrataban artistas para inmortalizar su imagen y los mismos artistas se hacían autorretratos. El afán por resaltar lo individual hace que aparezcan las biografías y las autobiografías. Pero quizás el mejor símbolo del Renacimiento es la sed de gloria personal que caracteriza a los grandes hombres. Se odiaba el anonimato y los artistas, monarcas, papas, descubridores, mercaderes, etc., querían dejar su huella en la historia. Virgilio Ortega. El Renacimiento. Editorial Salvat.
El primero es el retorno del interés, en el Renacimiento, hacia el hombre, con fuerza sin igual: para exaltarlo, para describirlo, para colocarlo en el centro del universo. Y el desarrollo de una filosofía del hombre, que comporta una teoría de su formación, de su educación. Y el esbozo de una pedagogía no ajena a preocupaciones políticas…. En otros términos, la atención filosófica por el hombre en general se concreta en la historia de los hombres, y, por encima de todo, en la memoria de sí mismos, en el recuerdo de sus propias vicisitudes terrenas, hoy “el hombre, precisamente del Renacimiento”. Los archivos de algunas ciudades están llenos de recuerdos, se han impreso centenares, pero muchísimos más se conservan manuscritos, mientras documentos de toda suerte contienen, acaso insertos en una declaración catastral, inolvidables fragmentos de vida…. También es obvio que una reflexión teórica sobre el hombre, sobre su naturaleza y su destino, su sentimiento, sus funciones y sus actividades, sobre sus cometidos no sólo en la sociedad terrenal, sino con la iglesia y con Dios, contribuye necesariamente a su cambio y al de la sociedad en la que se vive, Son los mismos tipos humanos que varían con el cambio de las funciones. Que se refleja en el momento en el que adquieren su peso creciente en las ciudades – Estado del siglo XV ciertos “intelectuales”, notarios, rectores, “humanistas”, e inmediatamente, sobre el fondo, se perfilan las figuras de los cancilleres, secretarios, oradores (embajadores)….Tomado de: El hombre del Renacimiento. Eugenio Garin y otros.
3. El renacimiento de la naturaleza y el mundo
“Los renacentistas descubren el paisaje, se dan cuenta de que es bello y gozan contemplándolo, describiéndolo, pintándolo. Se pintan minuciosamente árboles, rocas, fuentes, flores, animales. Y así como los artistas pintan el mundo en sus cuadros, los exploradores recorren el mundo en sus barcos. Es la época de los grandes descubrimientos geográficos. Se exploran las costas de África y del este de Asia, se descubre América, se da la primera vuelta al mundo. Y numerosos geógrafos y cartógrafos nos describen y dibujan cómo es el mundo conocido. El mundo conocido se triplica durante el Renacimiento.
El interés que despierta la naturaleza lleva a los renacentistas a coleccionar todo cuanto la naturaleza les ofrece. Y surgen en Italia los primeros jardines botánicos. Y en las villas de los príncipes y de los cardenales se reúnen plantas de las más diversas especies y de las más exóticas procedencias. Surgen también auténticos zoos. En ellos había rinocerontes, leones, jirafas, cebras, leopardos”. Virgilio Ortega. El Renacimiento. Editorial Salvat.
“El interés por el mundo se materializa en un desmesurado afán de saber, y la difusión de la imprenta contribuirá en gran medida a satisfacer ese afán. Como afirma Castiglione en El Cortesano, “hoy los niños saben más que en otros tiempos las personas mayores”. Se valora a cada uno por lo que cada uno vale y esto hace que todos aspiren al “hombre universal”, al hombre que lo domina todo y que en todo sobresale. La divisa de Pico Della Mirandola, que se jactaba de contestar a todo lo que se le preguntase por difícil que fuera la pregunta, era: “De todas las cosas que pueda saberse”. Y Leonardo Da Vinci, el mejor de los innumerables ejemplos de “hombres universales” del Renacimiento, afirmaba: “El pintor no es loable sino es universal”. Él que era loable no sólo como pintor sino también como escultor y arquitecto, nos ha legado perfectas descripciones de cómo funciona la pupila del ojo, del vuelo de los pájaros, de la disposición de las hojas en las ramas, de por qué aparece azul el cielo; y realiza estudios detallados sobre la anatomía del hombre, y nos confiesa que “para tener verdadera y plena noticia, he deshecho más de diez cuerpos humanos”; se consideraba a sí mismo, sobre todo como ingeniero militar se han visto precedentes del avión, del submarino, de la cámaro fotográfica, etc.; según Lorenzo el Magnífico, “era único en tocar la lira”; tocó además otros muchos campos: entre “los ciento veinte libros por mí compuestos”, hay estudios de óptica, de perspectiva, de geometría, de astronomía, de biología, etc.; y como aún le sobraba tiempo, se entretenía escribiendo sus apuntes al revés, de manera que sólo pueden ser leídos poniéndolos ante un espejo”. Virgilio Ortega. El Renacimiento. Editorial Salvat.
4. El origen
El Renacimiento italiano fue sobre todo un fenómeno urbano, un producto de las ciudades que florecieron en el centro y norte de Italia, como Florencia, Ferrara, Milán y Venecia, cuya riqueza financió los logros culturales renacentistas. Estas mismas ciudades no eran producto del Renacimiento, sino del período de gran expansión económica y demográfica de los siglos XII y XIII. Los comerciantes medievales italianos desarrollaron técnicas mercantiles y financieras como la contabilidad o las letras de cambio. La creación de la deuda pública (concepto desconocido en épocas pasadas) permitió a esas ciudades financiar su expansión territorial mediante la conquista militar. Sus mercaderes controlaron el comercio y las finanzas europeas; esta fluida sociedad mercantil contrastaba claramente con la sociedad rural de la Europa Medieval. Era una sociedad menos jerárquica y más reocupada por sus objetivos seculares”. Tomado de: Encarta