Fragmentos textos de Voltaire
Sobre la religión y la tolerancia
”Las ideas no son como la luz, que llega a nosotros en cuanto abrimos los ojos. La idea de Dios tampoco es una idea filosófica, porque los hombres conocieron dioses antes de que hubiera filósofos”. (Diccionario filosófico)
“No tenemos noción perfecta de la Divinidad. Sólo tenemos de ella sospechas, verosimilitudes y probabilidades. Sólo conseguimos reunir un reducido número de incertidumbres. Existe algo eterno, pues nada sale de la nada. Esto es una verdad indudable en la que descansa la mente. Toda obra que nos descubre medios y fin, nos anuncia al obrero”.(Diccionario filosófico)
“Me siento inclinado a creer que el mundo es siempre emanado de esta causa primitiva y necesaria, como la luz emana del sol. ¿Por qué concatenamiento de ideas me veo siempre llevado a creer eternas las obras del Ser Eterno? Por muy pusilánime que sea mi concepción, tiene la fuerza de alcanzar al ser necesario que existe por sí mismo“. (El filósofo ignorante)
“¿No es haber prestado un servicio a la humanidad el distinguir siempre, como yo lo he hecho, la religión de la superstición, y acaso merezco ser perseguido por haber dicho de cien maneras diferentes que no se hace nunca bien a Dios haciendo daño a los hombres? […] Si los sacerdotes se hubieran contentado con decir ‘adorad a un Dios y sed justos’, nunca hubiera habido incrédulos ni guerras de religión”. (Sarcasmos y agudezas)
“Es tal la debilidad del género humano, y tal su perversidad, que sin duda vale más para él ser subyugado por todas las supersticiones posibles, con tal de que no sean mortíferas, que vivir sin religión. El hombre siempre ha tenido necesidad de un freno […] Un ateo que fuese razonador, violento y poderoso, sería un azote tan funesto como un supersticioso sanguinario”.
(Tratado sobre la tolerancia)
“¡Ojala este ejemplo pueda servir para inspirar a los hombres la tolerancia, sin la que el fanatismo desolaría la tierra o, por lo menos, la entristecería para siempre! Sabemos que no se trata aquí más que de una familia y que la rabia de las sectas ha hecho morir a millares de ellas; pero hoy, cuando una sombra de paz deja reposar a todas las sociedades cristianas después de siglos de matanzas, es en este tiempo de tranquilidad cuando la desgracia de los Calas debe causar una mayor impresión, poco más o menos como el trueno que estalla en la serenidad de un hermoso día. Tales casos son raros, pero suceden, y son el efecto de esa sombría superstición que inclina a las almas a imputar crímenes a todo el que no piensa como ellas”. (Tratado sobre la tolerancia)
Sobre la igualdad
“Cada hombre, en el fondo de su corazón, tiene derecho a creerse enteramente igual a los demás hombres; de ello no se desprende que el cocinero de un cardenal deba ordenar a su amo que le haga la cena; pero el cocinero puede decir: “Soy hombre como mi amo; he nacido llorando como él; él morirá como yo entre las mismas angustias y las mismas ceremonias. Los dos tenemos las mismas funciones animales. Si los turcos se apoderan de Roma, y entonces yo me convierto en cardenal y mi amo en cocinero, lo tomaré a mi servicio”. Todo este discurso es razonable y justo; pero, en tanto el Gran Turco no se apodere de Roma, el cocinero deberá cumplir su deber o resultará pervertida toda la sociedad humana”. (Sarcasmos y agudezas)
Sobre la historia
“[La utilidad de la historia] consiste, sobre todo, en la comparación que un hombre de Estado o un ciudadano puede hacer entre las leyes y costumbres extranjeras y las de su país. Ello estimula la emulación de las naciones modernas, en las artes, la agricultura y el comercio.
Los grandes errores pasados sirven mucho en todo género de actividades. Nunca se expondrá demasiado los crímenes y las desdichas. Se puede, dígase lo que se quiera, evitar que se repitan. La historia del tirano Christiern puede impedir que una nación confíe el poder absoluto a un tirano; y el desastre de Carlos XII ante Pultava advierte a un general que no debe penetrar profundamente en Ucrania si carece de víveres.
Una ventaja que la historia moderna tiene, con respecto a la antigua, es la de enseñar a todos los poderosos que desde el siglo XV siempre se ha producido la unión contra una potencia demasiado preponderante. Este sistema de equilibrio no fue nunca conocido por los antiguos y tal fue la razón de los éxitos del pueblo romano que, al haber formado una milicia superior a la de los otros pueblos, los subyugó sucesivamente desde el Tíber hasta el Eufrates. Es necesario hacer a menudo presente las usurpaciones de los Papas, las escandalosas discordias de sus cismas, la demencia de sus disputas por controversias, las persecuciones, las guerras engendradas por esta demencia y los horrores que ellas han producido. Si no se divulgara este conocimiento entre los jóvenes, si sólo hubiera unos pocos sabios al tanto de esos hechos, el público sería tan imbécil como lo era en tiempos de Gregorio VII”.(Fragmentos sobre la historia)