luisenriquesocialescuarto.blogspot.com

lunes, 18 de octubre de 2010

La Reforma religiosa

Causas
Políticas
Durante muchos siglos anteriores al siglo XVI, La Iglesia Católica no había sido sólo una organización religiosa, sino también una gran potencia política que hallaba fácilmente motivo de choque con otros estados políticos. Sus dignatarios Papas, Obispos, Sacerdotes y monjes pretendían ser independientes de los gobiernos temporales y superiores a ellos. Poseían extensas propiedades, habitualmente exentos de toda contribución tributaria a los gobiernos temporales. Imponían directamente tributos a todos los fieles sin intervención alguna a la potestad civil. Juzgaban en sus tribunales propios, sin tolerar recursos a otros tribunales laicos todos los asuntos que concernían al clérigo y ciertas clases de ellos que afectaban a seglares. Esta jurisdicción política de la Iglesia fue necesaria en los tiempos feudales, pero en el siglo XVI, los Monarcas laicos reprimían el feudalismo; crecía entre los seglares la ambición política; el orgullo local se iba ensanchando hasta llegar a ser patriotismo nacional. Surgían en Europa Occidental fuertes estados nacionales, y en otros puntos crecía la demanda popular de los mismos. Los Monarcas Nacionales y presuntos leían autores como Maquiavelo y aspiraban un despotismo. Se iba estableciendo la Soberanía Nacional y lo único que faltaba para completarla era someter a la religión al dominio nacional. Los monarcas reales deseaban tener las riquezas e influencias de la Iglesia; codiciaban sus tierras, sus tributos y sus tribunales. Los patriotas de los países que no tenían aún Monarquías Nacionales se sentían inclinados a ver en el poder político de la iglesia el principal obstáculo a sus naciones aspirantes.

Religiosas
La Iglesia Católica tenía en su poder un Estado y el Papado actuaba como su soberano. Su elección dependía generalmente de los intereses políticos de los señores italianos o extranjeros, y, más de una vez, los jefes de la Cristiandad fueron hombres impuestos por la fuerza de las armas y no por su preparación religiosa, moral o intelectual. Los altos cargos eclesiásticos se otorgaban muchas veces, a nobles mal preparados desde el punto de vista religioso, que los codiciaban para gozar de ventajas materiales que ellos ofrecían. El alto clero frecuentemente acumulaba enormes riquezas, llevaba vida mundana y licenciosa, no practicaba el dogma, abusaba de su poder y su prerrogativa sin preocuparse por sus deberes inherentes a su cargo. A finales del siglo XV y a principios del siglo XVI se contaban grandes escándalos de la Corte Pontificia de Roma. Del Papa Alejandro VI se dice que fue de grosera inmoralidad y se dedicaba principalmente a conseguirles propiedades y posición social a sus hijos, César y Lucrecia Borgia. Julio II era un soldado, consagrado a la tarea de hacer de los Estados papales un sólido principado italiano. Lorenzo X hijo del banquero Lorenzo de Medici, se dedicó enteramente a la nueva ciencia y al nuevo arte, a la arquitectura y al teatro, y con objeto de obtener dinero para reedificar la Basílica de San Pedro de Roma y hacer frente a su desprendimiento y despilfarro, recurrió a los procedimientos financieros más censurables. Creaba nuevos beneficios eclesiásticos y los vendía. Aumentó los ingresos con indulgencias, jubileos y tributos normales. El mundanismo y la inmoralidad que en Roma prevalecían se reflejaron por toda la cristiandad en las vidas de muchos dignatarios menores de la iglesia y en la de los seglares de las clases elevadas.
Además de los conflictos entre los reyes y los Papas. Aquellos pretendían ser la primera figura espiritual en sus Reinos y éstos que los Reyes fueran coronados por los Papas como una especie de subordinación a ellos, esto causó un sentimiento exacerbado del espíritu nacionalista lo que aumentó la tensión de éstos frente al Papado.
Intelectuales
Al pregonar el libre examen, los humanistas invitaron a los cristianos a valerse directamente de la Biblia para interpretar su religión y resolver sus problemas espirituales. Al renovarse el procedimiento del estudio científico se renovaba el procedimiento del estudio Teológico y Filosófico. El hombre se valió de su propia razón y de su propia conciencia para normar su vida religiosa, buscando la verdad en la fuente original de información: La Biblia. Humanistas como Erasmo de Rotterdam y Tomás Moro escribían en defensa de la sencillez del primitivo Evangelio Cristiano y contra la mala vida de los clérigos contemporáneos, contra su credulidad e ignorancia; y las críticas de estos eruditos llegaban a las masas, en lenguaje más simple y rudo, por conducto de una multitud de libelista.

Antecedentes
Para el siglo XV, los abusos cometidos por los Papas, obispos y clérigos los expuso a críticas severas y a una abierta oposición por parte del pueblo. Esto era herejía (estar en desacuerdo contra las normas establecidas por la Iglesia), desde luego, la herejía no era tolerada por la Iglesia.
Las personas que cometían este delito eran castigadas como criminales, algunas veces la condena conllevaba tortura o posible pena de muerte. La religión Católica era reconocida como la religión oficial de Europa y por lo tanto se consideraba un crimen, no únicamente contra el Estado, sino con más repercusión, ante Dios. Los líderes católicos habían caído en un estado espiritual pernicioso el cual promovía el absentismo y el abandonó de sus deberes pastorales.
Por otra parte, el nepotismo papal culminó cuando el Papa Sixto IV convirtió a todos sus sobrinos en cardenales o en gobernantes. Para el siglo XV se habían producido disputas importantes en el interior de la Iglesia estableciéndose la sede del Papa en Aviñón, bajo la influencia del rey de Francia.
Conflictos de tipo político entre los reyes y la Iglesia crearon fricciones que alcanzaron una intensidad excepcional. La reforma religiosa de tipo protestante surge precisamente como resultado de estos conflictos entre Iglesia y Estado.
Dos personajes que iniciaron el movimiento reformista contra la Iglesia Católica fueron el inglés Juan Wiclef y el checoslovaco Juan Huss. Wiclef comenzó a denunciar las irregularidades cometidas por los líderes católicos y sostenía que la Biblia y no el Papa, era la autoridad máxima en la Tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario