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sábado, 26 de enero de 2013

Segunda etapa de la Revolución Industrial


LA ERA DEL GRAN CAPITALISMO (1870 – 1914)
SEGUNDA FASE DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
SOCIALES 9
Alfredo Ramos

La primera fase de la Revolución Industrial se había caracterizado por una relativa dispersión del capital en numerosas empresas, muchas de ellas de tipo familiar, que actuaban en competencia (entre sí) en un mercado libre.  A partir de este modelo se fue avanzando hacia la concentración de capital en pocas manos, como resultado de la fusión de empresas mediante compra. Las empresas menos prósperas empezaron  a ser absorbidas por las más poderosas, de modo que éstas crecieron hasta alcanzar enormes proporciones y pasaron a controlar de terminados sectores de la economía de un país, ejerciendo, de hecho, un monopolio sobre ciertos productos o servicios.

En el último tercio del siglo XIX la industria mecanizada europea se había  convertido en una fuerza capaz de conquistar el mundo. Los productos de las grandes potencias industriales llegan a todas partes, apoyados en la evolución de los transportes y elaborados en un proceso en el que se integran grandes empresas, nuevos procedimientos de fabricación y revolucionarias innovaciones tecnológicas. Es la era del mercado mundial. Una era en donde empezaron a reinar las grandes empresas y las pequeñas empresas familiares empiezan a desaparecer.
De igual manera empiezan a surgir nuevas potencias industriales que le disputan a Gran Bretaña su control sobre la economía mundial: Alemania, Estados Unidos y Japón. Las grandes potencias desarrollan sus industrias mientras los países periféricos se convierten en surtidores de materias primas y de recursos naturales, además en receptores de las exportaciones industriales de los países industrializados.

Incremento de la producción industrial
El aumento de la producción de la industria mundial entre 1870 y 1900 se señala en todas las ramas. La producción de hierro se triplica, pasa de los 12 millones de Toneladas a 37; la de carbón se multiplica por tres veces y medía, de 220 a cerca de los 800 millones de Toneladas; el número de husos de algodón se duplica en el conjunto europeo y excede este índice en Estados Unidos, Alemania, Italia y Rusia. Al mismo tiempo aumentan las inversiones de capitales fuera de los países en los que se ha acumulado; el caso inglés es el más perceptible. Inglaterra había invertido en el exterior, en 1855 unos 200 millones de libras; en 1875 esta cifra se había elevado a 1.050 millones, en 1885 a más de 1.500 y en 1900 a 2.400 millones.

Se forma un mercado mundial, en el que ciertas potencias suministran productos industriales y otros países, como Australia y Argentina, sus productos agrícolas. De esta manera se llega a una situación de precios mundiales; un país no puede calcular con medidas nacionales los precios de coste porque podría no encontrar mercado fuera e incluso dentro de sus fronteras, por lo cual las naciones que no se encuentran a la cabeza en el desarrollo de sus industrias han de volver al proteccionismo y abandonar el librecambio, filosofía económica de la primera revolución industrial

La fiebre del oro


Esta fase de crecimiento se apoya en la abundancia de metales preciosos; se puede  afirmar que el siglo XIX es el del carbón y el hierro, y también puede ser llamado el siglo del oro y de la plata. El comercio mundial necesita instrumentos de cambio y las monedas se apoyar fundamentalmente en el oro; el aumento de sus reservas permitió la fluidez del intercambio internacional.. En 1848 se descubre oro en California. Miles de hombres llegan en avalancha al nuevo dorado; surge una sociedad de buscadores, que vive en pueblos de madera, se estimula la construcción de barcos, se hace urgente la construcción del ferrocarril. Luego es Australia continente casi vacío, donde en Nueva Gales del Sur, en 1849, se descubre el preciado metal. Más tarde, Alaska y África del Sur aportan a la fiebre amarilla.

Aparición de grandes sociedades mercantiles
No sólo aumenta la circulación de moneda sino también la de los instrumentos financieros de la revolución industrial; surgen los créditos bancarios, las sociedades anónimas y su mercado de acciones, las compañías de seguros. En el año 1900 el Banco de Paris negocia en acciones 87.000 millones de francos.
En esta nueva era económica ya no pilotan la economía empresas de dimensión local o nacional; la empresa capitalista experimenta un crecimiento gigantesco. La expansión fabril y comercial de la primera revolución industrial había sido impulsada por pequeñas sociedades. Desde 1840 se había demostrado la necesidad de las sociedades por acciones en el impulso de servicios corno ferrocarriles, puertos, suministros de agua y gas; los socios de esas empresas tenían una responsabilidad limitada, es decir, no habrían de cubrir con su riqueza personal una eventual ruina, simplemente perdían sus acciones. Las empresas tienen cada vez mayor número de accionistas y necesitan disponer de un capital más elevado.
Van a surgir grandes asociaciones de empresas que controlan los precios y la producción de ciertos productos, rompiendo el criterio de la competencia libre de la primera revolución industrial. Surgen los carteles que son asociaciones empresariales que se ponen de acuerdo en los precios de un mismo producto y los trusts que son grandes grupos económicos que llegan a monopolizar la producción y la venta de bienes y servicios. Entre estos grandes grupos económicos que surgieron podemos señalar los siguientes:
  • El grupo Rockefeller que funda la Standar  Oil que se convirtió en una multinacional del petróleo y llegó a fundar empresas de autobuses y transportes
  • Alfred Nobel fundó el primer trust llamado Dinamite Trust Ltd.
  • El grupo Morgan llegó a controlar el negocio bancario
  • Carnegie el negocio del acero
  • Ritz el de la hostelería
  • Hearst el del periodismo
  • Astor el de los negocios inmobiliarios
  • Poulenc y Pernod el de los licores.

De igual manera las grandes ciudades se especializan en el mercado de bienes. Milán el de la seda, los cereales en Chicago y Amberes, los centros financieros eran Londres y Nueva York, en el negocio de las confecciones Paris era la ciudad más importante, el negocio del algodón tenía su centro en Liverpool.

El progreso de las comunicaciones


  1. El progreso del ferrocarril: El capital y la tecnología inglesa permitió el desarrollo del ferrocarril en América del Norte, en América del Sur, en el Medio Oriente y en Grecia y Turquía. El negocio del hierro , del acero y del carbón creció de manera espectacular y amplió el comercio mundial
  2. La navegación: El barco a vapor, la construcción del canal del Suez y de Panamá.
La creación de una red mundial de transportes continentales y oceánicos provoca dos efectos claros: el hundimiento de los precios y la división internacional del trabajo, basada en un bloque de naciones industriales europeas y un distante anillo de productores de materias primas. Inglaterra, Francia, Alemania proveen de productos siderúrgicos, maquinaria, capitales, mientras las praderas norteamericanas y canadienses, la India, China, Australia aportan alimentos o materiales en bruto; esta es la situación hacia 1880.
3 El automóvil: Hacia 1880 se utiliza por primera vez un motor a combustión y en 1890 Carl Benz construye el primer automóvil. El automóvil impulsó la industria siderúrgica y una red de comunicaciones al obligar a la construcción de vías carreteables. Surgen los grandes del automóvil: Ford, Chrysler, Benz, que se convierten en ídolos en Europa y en Norteamérica. El desarrollo de las comunicaciones y de la industria siderúrgica, impulso la construcción de carreteras, túneles y puentes
  1. El avión: De los globos dirigibles (construidos por el conde Zeppelín)  muy pronto se pasó al avión (Hermanos Wright) que permitió un poderoso avance de los correos y de las comunicaciones.
  2. El telégrafo, el teléfono y la radio. que permitieron el avance de los sistemas de información, de la prensa y de las comunicaciones en general.

Innovaciones tecnológicas

1.      En la industria eléctrica. Aparecen los dinamos, los generadores de corriente alterna, la pila voltaica, las bombillas, la utilización del motor eléctrico en la industria del transporte ( tranvías y trenes)
  1. En la industria química: Se empieza a utilizar el blanqueado, el desarrollo de la industria de la tintorera, los colorantes, los fertilizantes, la dinamita.
  2. En la industria del metal: Aparecen las grandes empresas que producen armas, aparece el submarino, se utiliza el cobre en la industria eléctrica; además el aluminio, el níquel, el zinc, el fósforo empiezan a ser usados de manera masiva con fines industriales
  3. En la construcción: Se empieza a utilizar el hierro, el vidrio y el concreto en las obras de ingeniería. Se construyeron obras históricas como: El puente colgante de Brooklyn en Nueva York (1868- 1883), la estructura interna de la estatua de la libertad (1887) o la torre Eiffel (1887).

En síntesis podemos decir que los últimos años del siglo XIX significan el desarrollo del capital financiero mundial, los monopolios, la electricidad, el motor de explosión, el petróleo y la industria química que permitieron una poderosa revolución mundial

Otros cambios
  1. En la agricultura los llamados “países nuevos”, de pasado colonial y población relativamente reciente (Estados Unidos, Argentina, Australia) ofrecían unos precios más competitivos que los del viejo continente en productos como el trigo, maíz, forrajes o carne. En esos países una vez expulsada la población indígena, se llevó a cabo la ocupación de vastísimos territorios prácticamente vírgenes, lo que permitió la formación de granjas extensas de explotación familiar. La escasez inicial de mano de obra estimuló la introducción de la mecanización. Lo cual permitió elevar el nivel de productividad y mejorar los rendimientos por unidad de superficie. También favoreció el desarrollo de la ganadería extensiva, en tierras menos fértiles, alimentada con pastos naturales y conducida por un reducido número de vaqueros (cow-boys, gauchos o llaneros), La agricultura se vio beneficiada por el surgimiento de los fertilizantes químicos y por la mecanización (en 1920 surgió el tractor). Además empezó a utilizarse la electricidad en el campo: para mover poleas, ordeñar ganado, extraer agua de los pozos mediante bombas.
  2. En los países europeos la actividad del campo entró en crisis hacia 1870. Las estructuras agrarias europeas dificultaban la modernización de las explotaciones. La división hereditaria de las propiedades había reducido el tamaño de las parcelas hasta hacerlas poco rentables para la introducción de maquinaria. En otros casos , particularmente en Europa Mediterránea, los desequilibrios en la forma de propiedad de la tierra (latifundistas- jornaleros) limitaban la capacidad de inversión necesaria para la intensificación de los cultivos)
  3. Europa tuvo que renovar su agricultura y su producción pecuaria, establecer aranceles a las importaciones y promover la producción de bienes de consumo inmediato: leche, quesos, frutas (naranjas, peras, manzanas, duraznos), hortalizas, vinos, aceite de oliva, etc. Muy pronto se formaron varias empresas en estos campos.
  4. En las zonas tropicales se perfiló el sistema de plantación moderna, con capital extranjero y fuerza de trabajo aborigen: caucho, cacao, azúcar de caña, café en América Latina y África. El henequén en México y el té en la India.
  5. Gran Bretaña empieza a perder su supremacía en la economía mundial. En 1880 Alemania tenía una red ferroviaria  más larga y para 1900 Estados Unidos superaba la longitud ferroviaria de Rusia, Alemania y Gran Bretaña juntas. En la producción de energía eléctrica, químicos y automóviles el Reino Unido estaba atrás de sus competidores. Sin embargo Londres seguía siendo la capital financiera del mundo y el comercio británico era el más importante del orbe.
  6. La aparición de las vacunas, los alimentos en conserva, la refrigeración mejora la condición de vida y el bienestar de las personas disminuyendo los índices de mortalidad y aumentando la natalidad. Las luchas obreras mejoraron los salarios, la jornada laboral y las condiciones de seguridad en las fábricas. Las ciudades crecían en forma acelerada.
  7. Entre 1850 y 1914 abandonaron el continente europeo 50 millones de personas. La mayoría emigraba hacia el cono sur de América Latina, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Canadá y el Sur de África.
  8. Las grandes potencias que buscaban expandir sus mercados, su poder político y sus zonas de influencia, obtener nuevas fuentes de materias primas iniciaron una gran expansión imperialista: Francia, Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña, España, etc.

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