La revolución científica
A la muerte de Copérnico, en 1543, fue publicada su obra De revolucionibus orbium coelestium. La obra fue póstuma, y generó poco rechazo inicial por parte de las autoridades eclesiásticas. Pero estudiosos posteriores de la obra de Copérnico como Galileo y la difusión de las ideas del astrónomo polaco provocaron una reacción de temor y de amenaza hacia las nuevas ideas del geocentrismo. Realmente Copérnico sería un precursor de la Revolución científica, pero los grandes gestores del movimiento surgirían a finales del siglo XVI y comienzos del siglo XVII.
Las razones por las cuales se inició esta revolución que implicó un cambio de paradigma, fue, en primer lugar, que el sistema antiguo resultaba cada vez más insuficiente para explicar los hechos y en segundo lugar, porque retomó las ideas del pitagorismo y el platonismo cuya fuerza había resurgido durante el Renacimiento. Esta influencia es notable en Kepler y aparece también, en menor medida, en Galileo.
Para los Aristotélicos, las matemáticas eran una ciencia secundaria que no resultaba útil a los efectos de interpretar la realidad dada su naturaleza abstracta. Pero muchos científicos renacentistas de la talla de Da Vinci y Galileo, tras evidente inspiración platónico-pitagórica, consideraban que las matemáticas eran el lenguaje mismo de la realidad.
Puede resultar paradójico tal vez que la ciencia moderna haya recibido impulsos tan fuertes de la física pre-aristotélica, e incuso pre-socrática, con la influencia del atomismo. Sin tales influencias, hubiese sido mucho más complejo quebrar la sólida estructura hegemónica del modelo aristotélico-ptolomeico.
Fue entonces el renacimiento del platonismo y el pitagorismo lo que favoreció e impulsó la revolución científica. Aunque por cierto, otros factores como los descubrimientos geográficos, también influyeron en tanto ponían en duda la labor de Ptolomeo como geógrafo y cartógrafo. La imagen del planeta comenzaba a cambiar y se cuestionaba también el mapa celeste, indispensable para la navegación.
La revolución científica fue un largo proceso creativo que supuso una transformación en tres áreas esenciales: la imagen del universo, la concepción de la ciencia y la metodología científica. Naturalmente, no fueron pocas las consecuencias ideológicas y religiosas de todos estos cambios.
Supuestos del método hipotético-deductivo
El cuestionamiento de la autoridad como fuente de saber
Dirá Galileo que las opiniones más antiguas no pueden ser consideradas mejores ya que esto es improbable. Así como en el caso de un hombre en particular, sus determinaciones van siendo más prudentes al paso de los años, las determinaciones más recientes de la humanidad serán también entonces, más verdaderas.
El principio de economía
Se supone que existe en la naturaleza una simplicidad evidente. Galileo dirá que la naturaleza no multiplica las cosas sin necesidad, por el contrario siempre utilizará el modo más fácil para lograr el efecto y nada hará en vano.
Nominalismo y Fenomenismo
Se abandona definitivamente la consideración de la esencias para centrarse en la descripción de los fenómenos y su comprensión. Se abandona la idea de conocer las causas últimas de los acontecimientos sino tan solo la regularidad con que éstos se producen, con lo cual los fenómenos antecedentes son llamados “causas”. Entonces, un concepto con el de “gravedad” no será una realidad oculta sino únicamente una palabra que expresa una regularidad.
El orden matemático
Existe en la naturaleza un orden racional y necesario que puede ser expresado en términos matemáticos. Esta idea, consistente con las ideas de Platón y Pitágoras. El racionalismo es una característica central del nuevo método científico. La naturaleza posee una estructura real e inteligible que puede ser descripta a través de formulaciones matemáticas. La razón se considera más fiable que la experiencia sensorial:”la gloria de Copérnico es haber vencido sobre lo que los sentidos le hacían creer” Galileo.
Resolución y composición
Pese al racionalismo postulado, el método de Galileo no ignora la experiencia sino que consiste en lograr una coordinación entre la experiencia sensible y la demostración matemática.
La experiencia es así, el punto de partida. Pero no se trata de una experiencia vulgar, sino que ésta debe estar supervisada por la razón y reducida a sus elementos fundamentales para ser interpretada matemáticamente, lo cual, dará como resultado una reconstrucción ideal de los datos empíricos. Los experimentos también son construidos a la luz de la razón. Incluso éstos a veces no son realizados en la práctica sino mentalmente.
Galileo realizará también experimentos de laboratorio, y para ello introducirá el uso de aparatos de medición.
En segundo lugar, la razón matemática será la que le permitirá realizar las demostraciones y le dará necesidad e inteligibilidad a la experiencia sensible. Las matemáticas no se usan tan solo para formular con precisión lo observado a través del fenómeno, más bien es la demostración lo que guía el mismo descubrimiento.
Se inspira pues Galileo en el método de “resolución y composición” de la escuela de medicina de Padua (había sido profesor en ella):
- Resolución: Se analiza el fenómeno a estudiar y se lo reduce a sus propiedades esenciales descartando todas las demás, operando una abstracción del fenómeno bajo estudio.
- Composición: Se elabora una hipótesis (un supuesto) de carácter matemático que une los elementos a los que el fenómeno fue reducido. Luego se reducen matemáticamente las consecuencias de la hipótesis.
- Resolución: A través de la experimentación se pone a prueba la hipótesis que comprueben la veracidad de las consecuencias a las que tal hipótesis fue reducida. Lo que se comprueba experimentalmente no es la hipótesis sino sus consecuencias.
Metáforas científicas: Del "organismo vivo" al "reloj"
"Estoy muy atareado en la investigación de las causas físicas. Mi propósito es demostrar que la máquina celeste ha de ser comparada no a un organismo divino (el que piensa que un reloj está animado, atribuye a la obra la gloria del artífice), en la medida en que los movimientos múltiples se realizan gracias a una única fuerza magnética muy sencilla, con en el caso de una maquinaria de relojería, de la misma manera que en el reloj todos los movimientos son causados por un simple peso, demuestro como esta concepción física ha de ser presentada por medio del cálculo y la geometría" Kepler, 1605
Para el modelo de la ciencia aristotélica, la metáfora explicativa de la realidad era la de un organismo vivo, en efecto, de él derivaba su categoría fundamental, la substancia. Pero a partir de la modernidad, se impondrá un cambio de metáfora: la máquina más perfecta conocida hasta entonces, el reloj.
Descartes utilizará la misma metáfora, aunque no citará al reloj explícitamente, se referirá a otras máquinas como fuentes artificiales y molinos, para explicar el funcionamiento de los cuerpos vivos: el modelo se ha invertido en su totalidad, ya no es el organismo una metáfora válida para concebir modelos explicativos sino que incuso éste es concebido como una máquina.
La explicación mecanicista recurre solo a las partículas (materia extensa) y al movimiento mecánico, excluyendo las finalidades. En efecto, supone la recuperación de un conocido sistema filosófico griego: el atomismo de Demócrito. Se eliminan así los elementos fundantes de la ciencia aristotélica, las formas y los fines, la nueva ciencia será cuantitativa y perderá de vista la finalidad.
El mecanicismo no alcanzará su apogeo sino hasta Newton cuyo sistema sólo dependerá de la materia y el movimiento para explicarlo todo. Kepler con el concepto de fuerza y Galileo con sus estudios de la mecánica terrestre, habían sembrado el camino en esta línea.
El mecanicismo habrá de reducir la realidad a elementos susceptibles de ser cuantificables, como la cantidad, la extensión y el movimiento. Los fenómenos observados pueden ser matematizados de modo que se alcanza la realización del ideal platónico-pitagórico de una matemática universal.
Las categorías Aristotélicas, substancia, esencia, forma, cualidad y fin; fueron sustituidas por otras como "fuerza", "resistencia", "movimiento", "velocidad", "aceleración", "espacio" y "tiempo". Para la nueva ciencia, los conceptos de espacio y tiempo será conceptos de una relevancia intrínseca. El espacio físico se identifica con el espacio geométrico y el tiempo en una cuarta dimensión también mesurable. El tiempo, en efecto, puede representarse utilizando una línea recta y se puede relacionar con las tres dimensiones espaciales.
Galileo Galilei (1564-1642)
"La filosofía está escrita en ese grandísimo libro que tenemos abierto ante los ojos, quiero decir, el Universo, pero no se puede entender si antes no se aprende a entender la lengua, a conocer los caracteres en que está escrito. Está escrito en lengua matemática y sus caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las cuales es imposible entender ni una palabra. Prescindir de estos caracteres es como girar vanamente en un oscuro laberinto." El ensayador, Galileo Galilei
1. Frente a las pretensiones de una filosofía que confiaba en conocerlo todo y explicarlo todo, sin detenerse excesivamente en justificar adecuadamente sus rotundas afirmaciones, Galileo defenderá una concepción de la ciencia más humilde, que avanza paso a paso y con grandes dificultades. Había que abandonar la filosofía especulativa por la ciencia experimental.
- La ciencia no puede basarse en fantasías sino en hechos verificables. Galileo aspira a una reforma del entendimiento como tarea principal. En la medida en que, según Ortega y Gasset, el hombre moderno vive de la ciencia, esto es, hace que la ciencia sirva de base al sistema de sus convicciones, Galileo se convierte en iniciador de la Edad Moderna y por eso mismo su figura nos interesa tanto ("En torno a Galileo").
- La ciencia es obra de los científicos. La ciencia Experimental adquiere validez a través de los experimentos. Se trata de un saber nuevo que, uniendo teoría y práctica, sirve por una parte para poner en contacto la teorías con la realidad, volviéndolas públicas, controlables, progresivas y participativas. Por otro lado, introduce en el saber y en el conocimiento hallazgos de las artes mecánicas y artesanales.
- Interesa comprender que los instrumentos científicos, en el transcurso de la revolución científica, se convierten en parte integrante del saber científico: no existe el saber científico por una parte y, junto a él, los instrumentos. El instrumento está dentro de la teoría: se convierte él mismo en teoría. La utilización de instrumentos ópticos (prisma o láminas delgadas) se ve acompañada por reflexiones que consideran que el instrumento no es tanto una potenciación del sentido como un medio que sirve para liberarse de los engaños oculares: el instrumento aparece como medio que garantiza una mayor objetivada en contra de los sentidos y sus testimonios. Es un tema perturbador del objeto investigado, y por consiguiente, el tema del posible control del instrumento perturbador: en el transcurso de la revolución científica se puede ver cómo entran los instrumentos dentro de la ciencia: la revolución científica legitima a los instrumentos científicos. Por una parte, se concibe a algunos instrumentos en tanto que potenciación de nuestros sentidos.